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Cercanía extrema del demonio de Tasmania
El fascinante demonio de Tasmania es una criatura carnívora, semi-nocturna, cuya naturaleza agresiva y silbante silbido, gruñendo y gritando le valió el nombre.
Un demonio de Tasmania adulto es sólo del tamaño de un gato doméstico grande, pero es el marsupial más grande que come carne, y su apetito voraz es una cosa de leyenda.
Mientras que los demonios son generalmente solitarios, sus narices excelentes conducirán a menudo varios de ellos a la misma canal inmediatamente, y la alimentación comunal es bastante común.
Retrato diabólico de Tasmania
Los demonios de Tasmania tienen mandíbulas poderosas llenas de grandes dientes afilados, y un grupo de alimentación devorará hasta el último trozo de comida, ya sea conejo o canguro, huesos y todo.
Los demonios son en su mayoría carroñeros, y son considerados muy valiosos para el medio ambiente como una especie de aspiradores de 4 patas, cazan también, llevando aves, insectos y otros animales de caza menor.
Viviendo en bosques y bosques de eucaliptos en el estado insular australiano de Tasmania, se puede ver a los demonios durante el día, pero la mayoría de sus acosos y saqueos por la noche.
demonio de Tasmania gritando
Los gruñidos, los quejidos y los sonidos irritantes del diablo son su característica más fascinante, y realmente no está claro por qué son tan ruidosos, pero el maníaco y popular personaje de dibujos animados del mismo nombre es bastante preciso: cabeza masiva, cuerpo completo, extra gruñón.
Los demonios de Tasmania luchan mucho, y son conocidos por su fiereza, pero a menudo utilizarán primero unas cuantas técnicas inteligentes antes de recurrir a un combate total.
Cuando una disputa encuentra a dos demonios cara a cara, su piel se enrojece, volteando las orejas carmesí, y se abrirán sus impresionantes mandíbulas, gritando y gruñendo todo el tiempo.
Si la situación es lo suficientemente estresante, el diablo desprenderá un olor almizclado que despejaría la mayoría de las habitaciones y, finalmente, emitirá un estornudo de stacatto que a veces es tan violento que perderá el equilibrio.
Si todo lo demás falla, su tiempo para retumbar, y la mayoría de los demonios tienen las cicatrices para probarlo.
No es difícil tomar una foto de un demonio de Tasmania con su ágape bucal - la pose familiar se usa en muchos casos a lo largo del día, y expresa todo, desde la alegría y la rabia hasta la versión Tas de la risa nerviosa.
Bebés diabólicos de Tasmania
Los demonios de Tasmania son marsupiales, como canguros y osos koala, lo que significa que sus bebés comienzan a desarrollarse en el útero, pero luego se mueven a una bolsa en el abdomen de la madre para seguir creciendo.
Los demonios femeninos de Tasmania entran en celo en primavera, y la temporada de apareamiento de un mes de duración está llena de mucha actividad extrema.
Los machos se combaten ferozmente por la atención de las hembras maduras, pero no termina ahí: una vez que el macho más poderoso envía la competencia más débil que huye, debe probar su valía a su novia, la pareja de apareamiento se enfrentará en ruidosas y muy agresivas sesiones de lucha libre, y si la hembra no está impresionada, se moverá a otro compañero.
Si el macho es lo suficientemente poderoso y dominante, los dos se aparearán varias veces en el transcurso de unos pocos días, tanto los machos como las hembras pueden aparearse con muchas parejas durante la temporada, y en realidad es posible que una camada de bebés tenga dos, tres o incluso cuatro padres diferentes.
Después de unas tres semanas de embarazo, la hembra del demonio de Tasmania encuentra una cómoda guarida y se instala en ella.
Ella dará a luz hasta 30 bebés pequeños que son ciegos, sin pelo y menos del tamaño de un solo grano de arroz, que en realidad son sólo embriones y deben llegar a la bolsa de la madre para poder seguir desarrollándose.
Sin la ayuda de sus madres, un ejército de bebés retorcidos se arrastran a través de un bosque de vello del vientre desde el canal de parto hasta la bolsa de las madres, que está a una distancia de aproximadamente 4 pulgadas (un viaje largo para un grano de arroz).
Deviles de Tasmania comiendo
Entonces, en un verdadero ejemplo de “supervivencia del más apto”, los demonios de Tasmania encuentran sólo cuatro tetinas en la bolsa de la madre, las cuatro que llegan a la tetina primero sobreviven, el resto perece.
Cuatro meses después, los pequeños y duros demonios emergen de la bolsa de mamá y exploran su mundo.
El sonido de una camada de demonios jugando a pelear es ensangrentado y constante, y para cuando tienen ocho meses de edad, comienzan por su cuenta, quejándose todo el camino.
Al igual que un león africano en miniatura, el siempre voraz demonio de Tasmania es un “comedero de gargantas” que se llena hasta el borde mientras haya comida disponible y luego se derrumba en la barriga lista para el busto, las piernas estiradas, para digerir la enorme comida.
Primer paso: Corre a llorar y quejarte hasta que encuentres algo muerto.
Paso dos: Come hasta que estés listo para explotar.
Tercer paso: Extenderse como una alfombra de piel de oso y procesar, procesar, procesar, procesar…
A finales de los años 90 un cáncer inusual comenzó a aparecer en las poblaciones silvestres de los demonios de Tasmania, conocido como “enfermedad de tumor facial del diablo” o “DFTD” que ha causado una caída preocupante en la población del diablo.
demonio de Tasmania descansando
Los esfuerzos recientes para encontrar tratamientos y curas han sido positivos, pero la terrible enfermedad persiste y puede causar la muerte de una criatura verdaderamente única y fascinante… Esperemos que no…
El diablo almacena grasa en su cola para que cuando el alimento escasea la cola sea estrecha y blanda, cuando la vida es buena la cola sea gorda y feliz.
Los demonios de Tasmania pasan más tiempo mordiéndose unos a otros que cualquier otra especie.
La cabeza enorme, el cuello masivo y las mandíbulas poderosas les permiten comer partes de las canales que otros podrían dejar atrás - ¡como los huesos!
La bolsa de las madres se llama “marsupio”y es de donde proviene la palabra “marsupial”.
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